Publicado Por : Pipediatra viernes, 29 de agosto de 2014

Un blog es un sitio web que principalmente permite manifestar opiniones personales de su creador y es precisamente lo que voy a plasmar aquí.
Primero que todo no pretendo faltar el respeto a ninguna población específica ni mucho menos a los pacientes. Sin embargo, siento la necesidad imperiosa como pediatra, de manifestarme acerca del problema que sucede actualmente en Colombia con la vacuna que protege contra el virus del papiloma.
El tema se centra principalmente en la población de nuestra costa llamada Carmen de Bolívar en que literalmente cientos de niñas y adolescentes están ingresando a los servicios de urgencias de esa población con síntomas bizarros como dolor en el pecho, dificultad para respirar, desmayos, debilidad generalizada, etc y se lo atribuyen exclusivamente a la vacunación que se hizo para prevenir el contagio con el virus del papiloma. Cabe aclarar que algunas niñas han recibido una, dos dosis y algunas ni siquiera han sido vacunadas. Esta población entró en una especie de miedo colectivo, que no critico, porque se debe principalmente a la falta de conocimiento que tiene la población de los beneficios de la vacuna y su nula relación con los eventos actuales. La responsabilidad es del gobierno, el personal de salud, los maestros, las autoridades y los padres de familia.
Son obvios los síntomas de estados conversivos, que simplemente se tratan de desajustes psicológicos que producen síntomas (porque es así: los pacientes realmente sienten los síntomas) bizarros que los angustian pero que en realidad no conllevan peligro alguno para la salud y para nada tienen que ver con la vacunación. Es obvio el desespero de los médicos que atienden a estas pacientes, hacen su deber de examinar bien a las pacientes para descartar algo grave, toman los signos vitales, ponen un suero con salino para que el paciente "crea" que se le hace algo y luego esperar un tiempo indeterminado para que el paciente y su familia se tranquilicen y crean que ya todo está solucionado y se puedan dar de alta. Si algo sabemos los médicos que trabajamos alguna vez en un servicio de urgencias es que los borrachos y las conversivas son los que más congestionan los servicios y limitan el acceso a otros pacientes que realmente lo necesitan.
Se crea una especie de bola de nieve con esa histeria colectiva, aumentada y mucho por el mal manejo de los medios de comunicación, que en su afán de amarillismo, distorsionaron completamente la situación y ayudaron ciertamente a empeorarla, creando miedo en la población que ignora la efectividad y los beneficios de la vacuna y posicionándola como la ocasionadora de todos los males. Es bien demostrado por la ciencia y la psicología que cuando se ve un comportamiento en la población y este se va generalizando, este puede ser imitado, principalmente de forma inconsciente mediante la sugestión, pero ocasiona esta reacción en cadena que lamentablemente vemos. es como cuando falsos pastores cristianos hacen curaciones "milagrosas" en una iglesia, los pacientes con cáncer se curan, los cojos vuelven a caminar, pero apenas acaba la euforia del momento, el cáncer vuelve, la artritis sigue y lamentablemente todo fue un espejismo. (Esto lo digo siendo un creyente católico que respeto todas las religiones, pero así como los hay en mi religión, hay charlatanes en todas las otras religiones que se aprovechan de la gente).
Me da mucha vergüenza la forma como se ha manejado el tema por parte de los entes territoriales y nacionales, me da vergüenza de la ignorancia en que estamos sumidos, me da vergüenza de mi ámbito, el de la salud, que no supo educar y enseñar acerca de los beneficios de la vacunación.
Reitero en este blog, la vacuna es segura, se debe aplicar para evitar el cáncer de cuello uterino que es una causa muy importante de mortalidad en nuestras mujeres.
Pongámonos serios pues!

One Response so far.

  1. MarthaLu says:

    Gracias por tus aclaraciones. Yo creo que los medios merecen un gran tirón de orejas por irresponsables. Ellos debieron consultar profesionales al mismo tiempo que a las afectadas, pero se concentraron solo en atemorizar, o mas bien aterrar a las niñas y sus madres con esta difusión tan amplia. Actuaron no solo con la misma ignorancia de estas mujeres sino que se dedicaron con esmero a convertirlo en una noticia grave y una crisis. Que vergüenza de noticieros como RCN y Caracol, que falta de profesionalismo.
    Martha Lucia Jaramillo

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